Su objetivo es que los participantes disminuyan el riesgo de ser víctimas de delito, enseñándoles una metodología para que conozcan cuáles son sus puntos más vulnerables, qué señale que anteceden a un hecho delictivo y cómo actuar frente a ellos, así como qué cambios pueden hacer y qué rutinas incorporar a su vida cotidiana para incrementar sus niveles de seguridad.